Intento de asesinato en Noja


Lo sucedido:

El extraño suceso y su afortunado desenlace ocurrió en Noja ayer. El escenario fue el Hotel Azcona; la víctima, su propietario, Benjamín Azcona Torre, de 44 años, que resultó herido leve por arma de fuego tras ser tiroteado por un desconocido mientras se encontraba en una habitación del hotel, cerrado al público en esta época del año.

Según la información oficial facilitada ayer por la Delegación del Gobierno en Cantabria, la agresión se produjo en la madrugada cuando el pistolero irrumpió en una habitación del tercer piso del inmueble, donde se encontraba el hotelero, y efectuó un total de cuatro disparos. Dos de ellos le alcanzaron en la zona de la clavícula y un tercero le rozó la cabeza, sin llegar a impactarle. El cuarto disparo se alojó en el cabecero de la cama. Según la versión que la víctima narró a alguno de sus allegados el tiroteo ocurrió en torno a las tres de la madrugada cuando estaba viendo la televisión.

Una vez que fue atendido en el Hospital Comarcal de Laredo y gracias a que ninguno de los disparos impactó en órganos vitales, Azcona Torre fue dado de alta y trasladado a la casa de su madre, ubicada junto al hotel. Un equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cantabria, presente ayer en Noja desde primeras horas de la mañana, sigue realizando las correspondientes investigaciones para conocer la identidad del pistolero y los motivos de la agresión. El Juzgado de Instrucción que lleva el caso ha decretado secreto del sumario.

Declaraciones de un amigo:

«Cerca de las tres de la madrugada, mientras estaba viendo la televisión en su cuarto, alguien abrió la puerta y le disparó, sin que apenas pudiera verle el rostro. La víctima sólo pudo ver a su agresor por la espalda. Distinguió nada más que se trataba de un hombre alto. Al oír abrir la puerta pensó en que se trataría de su hijo, pero para su sorpresa se trataba de una persona armada».

«el agresor podía haber manejado información privilegiada, puesto que forzó la única puerta de acceso al recinto hotelero que era fácil de violentar, para después subir en el ascensor y franquear una escalera de caracol que da paso al ático, lugar en el que está la habitación del propietario».

Fuente:Diario Montañes

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